Hace ya bastante tiempo que los videojuegos para móviles han cambiado. Y para mejor. Si habéis ido siguiendo el mercado este último año os habréis dado cuenta del protagonismo que están teniendo los smartphone en la industria, hasta el punto de que han conseguido comerse por completo a las consolas portátiles.
Ya no es un mercado exclusivo de esas basuras de juegos de usar y tirar, como nos tenían acostumbrados antaño. Ahora podemos ver entre los más descargados de Android cosas como Baldur’s Gate, Final Fantasy VI o Chrono Trigger. Cuidado con ese catálogo.
Sí, ya sé que son remakes o port de juegos de hace 20 años. Pero por algo se empieza, ¿no? De hecho ya se está viendo que muchos juegos actuales de consolas o PC están lanzándose casi de forma inmediata también para Android e iOS; The Walking Dead, The Cave, The Banner Saga, Broken Sword 5, Football Manager… Repito, cuidado con el catálogo que se está formando aquí.
La última tendencia en esto de los videojuegos para móviles, y quizás la más escasa (aunque prometedora), es la de los juegos exclusivos y originales que realmente merecen la pena jugarse. Es esa rama la que se debería explotar para que este nuevo mercado deje de dar vergüenza ajena. Monument Valley debería ser uno de los pilares que abanderen esa idea.
Monument Valley como concepto.
Antes de que la positividad de mis palabras hacia un videojuego para móviles lleve al engaño a más de uno, voy a intentar dejar las cosas claras desde el principio: Monument Valley es el camino a seguir de la misma forma que Dear Esther fue el camino que nos llevó al maravilloso Gone Home. ¿Se entiende lo que quiero decir?
Monument Valley, analizado fríamente como videojuego individual, no es un título que vaya a pasar a la historia. De hecho el término ‘concepto’ adquiere aquí más fuerza cuando vemos que hemos pagado 4€ por una hora de juego. Casi se podría considerar más una demo.
Cuando digo que estamos ante un pequeño rayo de esperanza en ese mercado de los smartphone es porque Monument Valley es un juego muy bien hecho, independientemente de su duración, pensado con el corazón, y que da una lección sobre cómo enfocar una jugabilidad a un panel exclusivamente táctil.
Es un juego que busca ofrecer simplemente un buen rato de diversión sin intentar sacarle al usuario más dinero del que ya ha pagado por él.
La mecánica es simple: tenemos que guiar a la princesa Ida hasta el final de un camino que generalmente suele estar patas arriba al tratarse siempre de estructuras surrealistas e imposibles que parecen salidas por la mente de Escher. Evidentemente la perspectiva aquí es la principal protagonista del asunto.
El jugador debe ir rotando el escenario o moviendo escaleras desde una perspectiva isométrica para que se dé el milagro y nuestra querida protagonista pueda llegar al final del recorrido.
Monument Valley es imposible concebirse sin la existencia de Echocrome, del que bebe con total descaro. Pero mientras que Echochrome tenía un acabado más bien minimalista y, por qué no decirlo, terriblemente soso, aquí sucede todo lo contrario. Los escenarios están maravillosamente bien dibujados, con mucho colorido, con un diseño artístico detrás (música incluida) que deja al juego de Sony llorando en una esquina.
Todo en Monument Valley parece haberse hecho con un mimo exagerado. Cuidando hasta el límite cada detalle del escenario, cada manivela, cada escalera, y siempre sorprendiendo al jugador con nuevos enigmas y nuevas resoluciones.
La parte mala, como ya dije más arriba, es que dura poco más de una hora. Cuando le empezamos a coger el gustillo y los escenarios empiezan a convertirse realmente en un reto nos damos cuenta de que no hay más. Que nos lo hemos pasado entero.
Esto último que he dicho es muy importante, porque ya estoy viendo a más de uno argumentar que “la duración no es importante si el juego es bueno”. No. El juego deja insatisfecho al jugador, independientemente de lo que dure. No se trata de criticar el juego por su duración sin ofrecer más argumentación que el número de minutos jugados.
Hay que valorar la experiencia en su conjunto y a partir de ahí ver si el juego cumple. Y al igual que hace una semana decía que Alien Isolation se pasaba de frenada y acababa cansando por repetitivo, aquí es que pisan el pedal demasiado pronto.
Hay juegos cortos que sí dejan satisfechos al jugador; el mencionado Gone Home, mismo, que también te puede durar una hora. Y hay otros que no. Es tan simple como eso.
Lo bueno es que sus creadores han demostrado no haberse metido en el mundillo solo por la pasta. Y ante las quejas de los usuarios han añadido más niveles de forma gratuita. En mi caso, al adquirir el juego por la tienda de Amazon aún no se me ha actualizado, así que no he podido probarlo. Desconozco si han aumentado la dificultad (deberían) o añadido historia. Actualizaré esto cuando pueda jugarlo.
Lo que hay detrás Monument Valley.
Siempre hemos dicho en Legend SK que los juegos realmente grandes esconden algo más en su interior detrás de la simple diversión.
No os hagáis ilusiones, no es el caso de Monument Valley. Lo que esconde este juego detrás es una legión de tontos con gafas de pasta del grosor de un rodillo de cocina. Quiero avisarlo antes de que leáis otros análisis y opiniones porque puede que al final acabéis cabreados con el juego sin que éste tenga mucha culpa.
Sus creadores han hecho bien los deberes y han construido una historia ‘a lo Journey’ para precisamente dar pie a toda esa casta de jugadores que encuentran reflexiones profundas en Zeldas o lloran con ICO y Journey. Es decir: un guión totalmente inconexo y sin sentido que sirve como mera excusa para ponernos a los mandos, pero que para todos esos jugadores consigue ser una experiencia que les cambiará la vida. Como si se hubieran encontrado con la virgen al lado de un olivo en su peregrinaje a Santiago.
Creo que es necesario avisarlo para evitaros las sorpresas.
Dicho esto, acabemos el análisis con algunas valoraciones de los que realmente saben del tema.
Real mente me sorprende este juego,me encanto demasiado,clara mente se nota que pusieron mucho empeño en el juego por eso es que lo compro,por que real mente vale cada centavo que pagas,por cierto el final me hizo llorar
y espero pronto tengan una segunda parte o algo por el estilo
y espero pronto tengan una segunda parte o algo por el estiloEl mejor juego que he jugado en mi vida. Son pocos niveles si, pero se disfrutan como miel o chocolate.
Me encantó el juego, tanto el sonido, como la historia, como los gráficos.
Es de esos que te dejan huella en tan poco tiempo, la historia ni se diga a pesar de ser sencilla no pierde su encanto
El diseño de los niveles es exquisito, aunque por debajo de Super Metroid. Un juego corto que más que un fallo es un acierto. Una experiencia increíble.
Maravilloso Un juego cautivador. Los gráficos son muy bonitos y la historia da que pensar…
Sencillamente de los mejores juegos que he probado en mi vida.
