En un principio no iba a tocar esta demo ni con un palo. No por falta de ganas, sino porque me parecía un abuso pagar los 60€ que cuesta Final Fantasy Type 0. Que, os recuerdo, es un port de un juego de PSP.
Pero en un giro del destino inesperado, y gracias a la generosidad de un amigo que me prestó su cuenta, pude probar y completar el famoso Episode Duscae de Final Fantay XV.
Tengo sentimientos bastante encontrados con lo que he visto. Voy a intentar explicarlo sin dejarme nada atrás.
Primero vamos a la pregunta que todo el mundo se está haciendo: -Kefka, ¿te ha gustado? Sí y no. Me gusta más o menos lo que veo, pero no para un Final Fantasy.
Hay gente que dice que la esencia de la saga no está en los combates por turnos, sino en la innovación de cada entrega. Visto así, nos podrían hacer un Final Fantasy Evolution Soccer XV y nos tendríamos que quedar conformes, porque innovar han innovado.
Vamos a ver, el problema de este Final Fantasy XV no es que se hayan cargado hasta el último resquicio que le quedaba de esencia a la saga con ese sistema de combates, más cercano a un Kingdom Hearts que a cualquier otra entrega (que hasta Final Fantasy XIII conservaba). El problema es la falta alarmante de personalidad de Square Enix a la hora de dirigir el rumbo de su saga estrella.
Os recuerdo que Final Fantasy XV es un rediseño de un juego llamado Final Fantasy Versus XIII, cuyo tiempo de desarrollo ha atravesado ampliamente el lustro. Lo que quiero decir con esto es: ¿cómo de mal organizado tiene que estar todo lo relacionado con este juego para que haya sufrido todos estos cambios? ¿De verdad es confiable que vayan a hacer algo decente con tal cacao de idas y venidas en su desarrollo? Tengo serias dudas.
Centrándonos en la demo en sí, el Episode Duscae nos sitúa en un enorme terreno de vegetación que recuerda mucho a la estepa Archylte de FFXIII. Nuestro coche está averiado, y necesitamos 25.000 guiles para pagar la reparación del taller. El único método que encuentran nuestros protagonistas para recaudar el dinero es cazar a un Bégimo que suele frecuentar esta zona. Así pues, el objetivo de esta demo es simplemente completar tal cacería.
Todo ello sirve como excusa perfecta para introducirnos en lo que se supone serán los conceptos básicos de Final Fantasy XV.
Empezamos por los combates: Action RPG puro y duro. De los que tienes hasta un botón para esquivar. Habrá a quien le guste, pero a mí esto me parece un machacabotones de cuidado. El 99% de combates los he completado quemando el botón de ataque.
Se supone que tiene su profundidad, por ejemplo el sistema de armas es diferente a lo que suele tener el género; a nuestro protagonista le crecen las espadas de las manos cuando va a atacar (al estilo Tales of Hearts R, habrá que ver cuál es la explicación argumental), y puede elegir entre varias disponibles dentro del propio combate. Cada una tiene su propia función y una habilidad característica asociada. Por ejemplo, la que yo más usaba era una que permitía hacer ataques que te recuperaban vida.
El sistema de PM también es algo totalmente nuevo. Cada vez que nos ponemos en guardia para esquivar un ataque, consumimos PM. Y lo mismo si utilizamos una habilidad.
Si el PM llega a cero, nuestro personaje acabará exhausto y no podrá defenderse de ningún ataque.
No sé si en el juego completo será distinto, pero en la demo solo podíamos manejar a un personaje, sin posibilidad alguna de decidir nada en el comportamiento de nuestros compañeros, que luchan siempre a su rollo. El resultado ante esta situación es el esperado: mueren cada dos por tres. Pero aquí Square Enix vuelve a hacer uno de sus experimentos extraños. Cuando a un personaje le baja la vida a cero, en vez de morir se queda deambulando por el escenario sin poder hacer nada mientras una segunda barra de vida va bajando poco a poco. Si otro personaje, o tú mismo, te acercas a él y le tocas la espalda (?) recupera esa vida.
Habrá que ver qué ocurre en el juego final, y si eso se traduce en una mecánica en la que es imposible morir.
En general el sistema de combates es divertido, pero tanto como lo pueda ser cualquier machacabotones que haya en el mercado. Y el único gran problema que le he encontrado es que la cámara es un sufrimiento constante. Al luchar en entornos completamente abiertos, y los enemigos poder moverse a su antojo, te encuentras con la incomodidad de tener que estar todo el rato girando la cámara para atacar. Eso o fijar un objetivo, que al final también va acompañado de esos problemas, puesto que al moverse el enemigo la cámara acaba moviéndose también, dándose unas situaciones bastante desesperante. Especialmente si peleas cerca de árboles o piedras grandes, donde directamente a veces no ves ni tu propio personaje.
En cuanto al desarrollo, si lo visto en la demo es representativo de la versión final, se pueden sacar unas cuantas conclusiones. Por ejemplo, que Final Fantasy XV va a ser un MMORPG offline. De hecho me ha recordado bastante a Final Fantasy XIV.
Es algo muy parecido, con misiones que te vas encontrando según vas explorando la zona, con la posibilidad de marcar la misión activa y que ésta te aparezca siempre como objetivo en el mapa, con esas largas caminatas entre fase y fase, con la inclusión del ciclo día y noche…
Este desarrollo por sí mismo no tiene por qué ser malo, puesto que lo verdaderamente importante es ver cómo compagina esa libertad jugable con la narración de la historia principal. Y eso en la demo no se puede apreciar. Pero todo me hace ver que se van a centrar demasiado en explotar esa “libertad” de juego y se van a olvidar de la historia, como ya hicieron en esa basura llamada Final Fantasy XIII-2.
El último aspecto a destacar en la demo es que técnicamente es lamentable. No sé a cuántos frames irá, pero no da en absoluto sensación de fluidez. Parece que va todo a trompicones, con tirones en muchos momentos. Y con demsiados bugs. Algunos graciosos como que aparezca vegetación de la nada. Otros bastante preocupantes como quedarte atrancado entre un árbol y una roca y tener que reiniciar la partida.
Además, para colmo, el aspecto gráfico ha sufrido un downgrade brutal con respecto al material enseñado al principio. Sigue siendo espectacular, pero se le ve demasiado las costuras.
Como conclusión final puedo decir que tenía muchísimas ganas de jugar a Final Fantasy XV. Y tras la demo esas ganas prácticamente han desaparecido. Ya no solo es que nos encontremos ante un juego que de Final Fantasy solo lleva el nombre. Es que también técnicamente es decepcionante. Quiero imaginar que es que estamos en una demo, y todos esos problemas de estabilidad se solucionarán en la versión final. Pero con Square Enix nunca se sabe.
Lo seguro es que Final Fantasy XV vuelve a ser una mezcla de ideas extrañas metidas en una coctelera. Lo que salga de ahí puede ser cualquier cosa.
Square Enix sigue en el rumbo de hacer JRPG para gente a la que no le gustan los JRPG. Final Fantasy para gente a la que no le gustan los Final Fantasy.
Ese, y solo ese, es el problema de por qué la saga ha ido cuesta abajo y sin frenos.
Con Final Fantasy XV se vuelve a repetir la historia.